Junio, mes de recuerdos y frío.
Despensa y crédito (1968)
Vivíamos en calle San Juan 4580 casi llegando a calle Pascual
Rosas, en el barrio Echesortu. Por cierto, una casa enorme con cuatro
habitaciones, zaguán y dos patios. En la esquina estaba el almacén de doña
Pepa, que atendía junto a su hijo Manolo, porque el marido trabajaba en el
puerto. Había llegado desde Andalucía hacía algunos años y aquí conformó su
familia y su negocio. Pese a esta ventaja geográfica, mi abuela Virginia iba a otro
almacén para la provista diaria, eso era a unas tres cuadras, por calle Servando Bayo.
Cuando le preguntábamos para que caminar tanto, abuela se excusaba diciendo que
Pepa no era una persona de fiar.
Viuda
Desde el momento en que la vio,
comenzó a sentir murciélagos en el estómago. Resuelto, fue y le clavó los
dientes en la yugular, en el mismo instante que amanecía.
Germen
Cuando nos propusimos poner a geminar éste
amor incipiente, pactamos cultivarlo, regarlo, adorarlo, madurarlo y nos salió
una planta carnívora.
Dictadura
del propietariado.
Los nuevos y ultramodernos
edificios inteligentes no permiten ser habitados por personas.